El gobernador Joaquín Díaz Mena busca aprovechar la ubicación geográfica del Estado y su creciente infraestructura.
Yucatán está en la mira de convertirse en un referente de la industria marítima internacional, con el potencial establecimiento de un astillero de clase mundial en el Puerto de Progreso. Este proyecto, promovido por el gobernador Joaquín Díaz Mena, busca aprovechar la ubicación geográfica del estado y su creciente infraestructura para detonar oportunidades de desarrollo económico y social.
En su visita a Trieste, Italia, acompañado del director de la Asipona Progreso, el contraalmirante Víctor Manuel Fernández Carrasco, el mandatario estatal sostuvo un primer encuentro con Massimo Costa, CEO de Fincantieri. Díaz Mena destacó que la industria de los astilleros es un generador de progreso y desarrollo para todas las familias yucatecas.
“Un astillero es mucho más que un lugar donde se construyen barcos. Es un motor de progreso y desarrollo, un centro donde se combina tecnología, precisión y trabajo especializado para diseñar, construir y reparar embarcaciones de todo tipo, desde barcos mercantes hasta cruceros”, destacó el mandatario.
El jefe del Ejecutivo de Yucatán resaltó la importancia de este proyecto, que radica en su capacidad para transformar la dinámica económica de la región de la península. Además de generar empleos especializados y bien remunerados, un astillero en Yucatán fortalecería la competitividad de la entidad en los mercados internacionales.
Su integración, abundó, con el proyecto de ampliación del Puerto de Altura y la conexión con el Tren Maya, posicionaría a Progreso como un eje logístico clave y estratégico para el comercio global.
Díaz Mena se encuentra en conversaciones con ejecutivos de la empresa Fincantieri, líder mundial en la construcción de embarcaciones, para atraer esta inversión a Yucatán. El gobernador visitará las instalaciones de la compañía, buscando concretar acuerdos que permitirían, no solo la construcción del astillero, sino también la transferencia tecnológica y la capacitación de talento local.
“Este no es solo un proyecto de infraestructura; es un proyecto de esperanza y justicia social. Es la oportunidad de conectar mejor a Yucatán con el mundo, combatir la desigualdad y garantizar bienestar para todas y todos”, subrayó Díaz Mena.
El astillero no solo modernizaría la industria marítima de la región, sino que consolidaría a Yucatán como un actor estratégico en la economía global. Este proyecto refleja una visión integral de desarrollo, donde la innovación, la generación de empleos y el bienestar social convergen para marcar un enorme avance en el progreso económico y social del estado.