Como parte de Euphoria 2.0, Yuri se apoderó del Coloso de Reforma la noche del 8 de diciembre con sus éxitos de los 80. En un viaje al pasado, recorrió su trayectoria musical conformada por icónicas baladas y temas pop muy bailables. Entre reflexiones sobre sus experiencias espirituales, uno que otro chiste y acompañada por un séquito de bailarines, múltiples cambios de vestuario y hasta mariachis, la artista originaria de Veracruz conquistó a sus fans que abarrotaron el recinto.
La noche empezó envuelta en misterio, las luces se apagaron súbitamente y las llamas azules de las máscaras de los bailarines flotaban en el escenario. Yuri salió de la plataforma en el centro envuelta por un vestuario futurista color azul para interpretar “Este es mi chico”. Saludó al público y velozmente, se colocó una gabardina para cantar con más solemnidad “Esperanzas”.
“Es un privilegio cerrar el año con todos ustedes. Quiero mucho a mi público. Siempre les quiero dar cosas diferentes y que se diviertan, entonces esta noche es un karaoke muy chupistrupis, muy show porque todas se las saben”, comentó. Ahora con vestuario en tonos rojos y rodeada de labios cantó “Dame un beso” y “Amiga mía”.
“Estaba buscando el contacto de Shakira para decirle que la canción que hizo está buena, tuvo éxito, pero esta existía antes y se la puede dedicar a ese hombre”, mencionó entre risas antes de interpretar “Ya no vives en mí”. Añadió que este tema ha sido el más grabado durante su carrera, inició su primer lanzamiento en el 2001, hizo un remix en el 2005 y en el 2017 la cantó en el formato de Primera fila a lado de Carlos Rivera a quien el público “invocó” en el escenario a través de una proyección en la pantalla.